La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAMV) registró el lunes un documento de alegaciones en el Ayuntamiento de Madrid ante su decisión de anular un proyecto para crear un registro de instalaciones y edificios con amianto en la ciudad, aprobado en los presupuestos participativos de 2018 y que el Consistorio ha anulado.

Se trata de uno de los 232 proyectos de presupuestos participativos relativos a las convocatorias de 2016, 2017, 2018 y 2019 que el Consistorio ha anulado tras constatar los servicios técnicos la «imposibilidad de asumirlos, tal cual estaban configurados, por la gestión municipal».

La FRAMV explica este miércoles en un comunicado que el proyecto que les han anulado era la creación de un registro de amianto en edificios e instalaciones de la capital, un paso que la federación entiende «imprescindible» para «desterrar para siempre este peligroso compuesto» de las calles e inmuebles de Madrid.

«Para retirarlo, al igual que ha hecho con un buen número de los 232 proyectos anulados, el Consistorio argumenta que ‘trasciende de la competencia municipal’, una justificación muy utilizada por nuestros gestores y políticos cuando se quieren desentender de un tema que molesta», añade la nota.

Apostilla que es «muy contradictorio» porque a la vez el Ayuntamiento ha creado una línea específica para la retirada de este material de fachadas y cubiertas en su Plan Rehabilita 2020.

En sus alegaciones, la FRAMV apunta que «nos parece inconcebible que una ciudad retroceda en materia de participación ciudadana y es lo que entendemos que ocurre cuando su Gobierno decide no cumplir con el mandato ciudadano de realizar un número importante de proyectos, que recabaron el respaldo popular en una fase de elección pública, libre y con todas las garantías para ser reconocida como válida».

Sostienen también que «parece raro» que los mismos servicios técnicos vieran viable la propuesta en 2018 y en 2020 la aprecien inviable.

«Más bien parece desprenderse de la propia notificación de inviabilidad, por su contenido y estructura, que la decisión, en verdad, no atiende razones técnicas sino a otras de naturaleza diferente, como carecer de presupuesto, medios humanos, capacidad organizativa o, lo que sería peor, a alguna cuestión de índole político injustificable», asevera la federación vecinal.

La FRAMV considera que la anulación de los 232 proyectos es «como un jarro de agua fría» para sus promotores y promotoras, entre los que se encuentran todo tipo de entidades sociales, agrupaciones vecinales y ciudadanos a título individual, que recibieron decenas de miles de apoyos de sus vecinos y vecinas, porque «no en vano, todos los proyectos iban a suponer mejoras» para los barrios y el conjunto de la ciudad.