La Justicia da la razón a la familia de José María Íñigo y reconoce que murió por el amianto en los estudios de TVE

Dos meses después de celebrarse el juicio contra la Seguridad Social, la sentencia da la razón a la familia de José María Íñigo y reconoce que el presentador falleció por una «enfermedad profesional» causada por la intoxicación de amianto en el Estudio 1 de TVE

Publicado en vertel.eldiario.es

El tumor que acabó con la vida de José María Íñigo fue provocado por el amianto con el que se intoxicó durante años de trabajo en el Estudio 1 de Prado del Rey, y por lo tanto ha sido reconocido como enfermedad profesional.

La Justicia da la razón en primera instancia a la familia del mítico presentador, que falleció el 5 de mayo de 2018 tres años después de que le detectasen un mesotelioma pleural, un tumor muy poco frecuente que todos los expertos médicos asocian única y exclusivamente a la intoxicación por amianto.

El propio Íñigo inició esta batalla legal que su familia ha continuado tras su muerte, y que tras varios aplazamientos celebró su juicio el pasado 21 de enero. Esa vista fue contra la Seguridad Social, para lograr que se reconociese como «enfermedad profesional», y TVE sólo participó en ella como responsable subsidiaria llamada por la misma SS.

En el juicio, la Seguridad Social se defendió asegurando que sólo reconocía 45 días trabajados en TVE a José María Íñigo a partir del 2004, sin constar ni rastro de su labor durante tres décadas (60s, 70s y 80s), en la que se convirtió en uno de los presentadores más famosos de España, y en la que trabajó durante muchos años en el Estudio 1 de Prado del Rey. Además, la Seguridad Social aseguró que de los 45 días cotizados por el presentador, apenas «cuatro o cinco» se empleó en los estudios, por lo que es imposible que la intoxicación por amianto sea en TVE.

Sin embargo, el Juzgado de lo Social número 2 de Madrid, en una amplia sentencia de 20 páginas a la que ha tenido acceso Vertele, ha fallado en favor de la familia del presentador, reconociendo que José María Íñigo falleció por una enfermedad profesional causada por la intoxicación con amianto en TVE. Este reconocimiento hará simplemente que la pensión de viudedad de su mujer se amplíe.

Primero contra la Seguridad Social, luego quizás contra RTVE

La Seguridad Social tiene ahora un plazo de diez días para anunciar si presentará o no un recurso, y en caso afirmativo deberá presentarlo en el próximo mes ante el Tribunal Superior de Justicia.

Esta sentencia puede sentar jurisprudencia hacia otros casos similares de intoxicación por amianto en TVE. La familia anunció que, si lograban obtener la razón en esta primera denuncia contra la Seguridad Social, podrían iniciar un segundo proceso contra la propia TVE. Según explicó entonces su abogada a Vertele, hasta que no se cierre este primer proceso no se plantearán iniciar el segundo contra la cadena.

La sentencia es clara sobre el amianto en el Estudio 1

En la sentencia, como recoge Europa Press, la Justicia sitúa la exposición de Íñigo al amianto en los años 1975, 1976, 1978 a 1981 y 1982 a 1985. El auto señala que la actividad del presentador se llevó a cabo de forma continuada y prolongada en el tiempo en Estudio 1, que era «el estudio de mayor tamaño y con una gran presencia de amianto friable, como lo acredita el hecho que se depositaron en el vertedero 113.040 kilos de residuos».

«Se ha de destacar que en ese periodo el amianto estaba colocado sin ningún elemento que lo aislara de las personas que trabajaban en el estudio -ya que el primer encapsulamiento colocando placas de virutex se produjo en el año 1986-; por lo que estuvo en contacto con el amianto en el momento de mayor peligro de exposición», apunta la sentencia.

A ello, según señala, hay que unir que por el tipo de actividad que realizaba de presentación de programas de televisión con música y público en directo, que conllevaba aplausos, ovaciones, presencia de ventiladores y aires acondicionados, todo ello generaba vibraciones que impactaban en el amianto azul con la emisión de fibras de amianto que suponían la creación de un ambiente de trabajo pulvígeno.

«La existencia de fibras de amianto friable quedó corroborada por el intenso y necesario trabajo de limpieza desarrollado sobre el sistema de climatización efectuada en el año 2017. Los actos propios de la empresa en los años posteriores evidencia la presencia de amianto no controlado en el medio laboral en el pasado», subraya.

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